Es extraño pensar que llevo un mes sin verte. He visto la luna nueva pero a tí no, he visto atardeceres y amaneceres, pero ni sombra de tu bello rostro. Los añicos de mi corazón roto son tan pequeños que pasarían por el ojo de una aguja. Te añoro como el sol añora a la flor, como el sol añora a la flor en lo más crudo del invierno. En vez de... (continúa)