Lo mejor de Mary Jane es cuando le miras a los ojos y ella te mira a los tuyos. Todo lo notas raro, porque te sientes más fuerte y débil al mismo tiempo. Te sientes excitado y al mismo tiempo aterrado. La verdad es que no sabes lo que sientes, excepto el tipo de hombre que deseas ser. Es como si hubieras alcanzado lo inalcanzable y no estabas... (continúa)