- ¿Cómo terminaste en ese café?
- Treena apostó que yo no conseguiría un empleo en 24 horas. Le demostré que estaba equivocada.
- Y te quedaste allí seis años. ¡Muy bien!
- Se suponía que me iría. Tenía una vacante en Manchester.
- ¿Qué ibas a estudiar?
- Moda.
- Y... ¿por qué no fuiste? ¿Sabes lo que veo cuando te miro?
- No digas potencial.
- Potencial. Amplía tus horizontes, Clark. Solo tienes una vida. Es tu deber vivirla al máximo.
- ¡Y tú necesitas afeitarte! Si esa barba crece más, tendré que limpiarte la comida. Y demandarte por angustia injustificada en el trabajo.
- Estás cambiando de tema.
- Sí.
- Así es.
- Está bien. Te dejaré que lo hagas.
- ¿De verdad harás esto?
- De verdad. Mi madre estará muy feliz.
- Sí, bueno no dejaremos que eso nos desanime.