Y la muerte no tendrá señorío. Desnudos los cadáveres se habrán unido con el hombre del viento y la luna del ocaso. Cuando sus huesos estén rebañados y pulverizados, los limpios tendrán estrellas a sus codos y a sus pies. Aunque se vuelvan locos, serán cuerdos, aunque se hundan en el mar, emergerán de nuevo, aunque los amantes se pierdan, el... (continúa)