- ¿Estabas enamorada?
- Sólo por la noche. Él no entendía nada de mí. Sólo mi cuerpo. Y yo entendía el suyo. De día le despreciaba. Pero no podía vivir sin él. Me traicionaba, me humillaba y después con un beso le perdonaba todo. Una noche no volvió. Se había ido con otra. Sin una palabra. Pero con las prisas, se olvidó la pistola. Yo pensaba:... (continúa)