- Oye no puedes llamarme y decirme que me echas de menos. Y no quiero tener esa conversación por teléfono, ni por sms, ni tampoco por e-mail, ni por, por... notas bajo mi puerta. Oye si de verdad me echas de menos tienes que madurar, subirte a tu coche y venir a verme...
- ¡Estoy aquí!