Miguel ríos decía que los viejos roqueros nunca mueren, y los Barón rojo que los roqueros van al infierno. Los ratamuerta lo tenemos más claro, cascar es chungo. Y al final no importa los porros que te hayas fumado o los polvos que te hayas echado, sólo si vives según tus principios te puedes morir tranquilo.