Y así fue. Ese día tomé un montón de decisiones estúpidas. Uno, no volveré a dejar nada al azar. Dos, me casaré con la chica de mi moto. Tres, seré rico. Cuatro, tendremos una casa. Una casa grande. Amarilla, con jardín. Y dos hijos, Paul y Michael. Cinco, tendré un descapotable. Un descapotable rojo. Y una piscina. Me encanta nadar. Seis, no... (continúa)