- Todos los días esperaba verte cruzando los páramos. Pero no viniste. Así que puse una malla de alambre sobre el nido, y todas las crías murieron cuando empollaron.
- ¿Por qué?
- Porque sus padres no podían acercarse para alimentarlas.
- No. ¿Por qué las mataste?
- Bueno, no tenía sentido mantenerlas vivas para enseñártelas. Si hubieras... (continúa)