- Henry, ¿de dónde vienes?
- Tengo 39 años, Alba aún es un bebé, estamos juntos, somos felices.
- ¿Por qué no me avisaste que vendrías? Habría estado esperándote.
- No quería que esperaras. No quiero que te pases toda la vida esperándome.
- Te quiero.
- No puedo quedarme.
- Lo sé.