- Perdona.
- Diablos, eres tan grotesco.
- Lo sé.
- Estás obeso, eres torpe y un chapucero. El aspecto no es lo que cuenta pero eso también tiene un límite, ¿no crees?
Eres tan glotón que pareces un vertedero andante y sin embargo, eres el genio del siglo.
- Yo me trago lo que sea, bueno y malo.