¿Parecía muerta, verdad? Pues no lo estaba, pero no porque no lo intentaran, os lo aseguro. De hecho, el disparo de Bill me dejó en coma, un coma que duraría cuatro años. Al despertar causé lo que en los trailers de las películas suelen llamar una oleada de muerte y destrucción. Hubo muerte y hubo destrucción y obtuve una total satisfacción. He... (continúa)