- No me casaré, no quiero ¡No quiero! Escúchame bien, un día aparecerá el hombre de mi vida y me casaré con él.
- ¡No te atreverás! ¿me oyes, eh? ¿Quién es? ¡Anda, dime!
- Te aseguro que cuando aparezca le reconoceré, le he visto cientos de veces en mis sueños, conozco sus facciones, sé cómo son sus ojos, su pelo, su cara, sus labios y es... (continúa)