Hemos de asumir la responsabilidad de lo que pasa en nuestro país, si los que tenemos voz no la alzamos en contra del trato que recibe nuestro prójimo, habremos colaborado en su muerte. No es suficiente hablarlo en nuestros hogares, muchos alemanes lo hacen, pero en nuestras calles lo único que se oyen son las promesas de Hitler y sus promesas... (continúa)