Pasé esta semana en el hotel donde vivo con mis dos lindos sobrinos. Para un niño todo lo que ve en el hotel es extraño y maravilloso: dormir en camas diferentes, ir a jugar al vestíbulo, subir y bajar en el ascensor. Algunos hoteles quieren imitar el ambiente de hogar lo más posible, ¡Pero el punto nunca fue ese! Si quisieran quedarse en un... (continúa)