Dice el pintor que podemos escuchar los cuadros, oirlos aquí dentro como cuando escuchamos música, porque los colores son como las notas y se repiten como en una melodía: tres amarillos, dos azules, otra vez amarillo, y un silencio, el blanco. El blanco no suena, no duele. Si podemos escucharlos también los sentiremos. El verde es el equilibrio,... (continúa)