- Sr. Jacks, me temo que las noticias no son buenas. Quisiera enseñarle la situación exacta del tumor y explicarle por qué creemos que una operación no serviría de nada.
- Se acabó. Estoy cara a cara con la eternidad. No será dentro de unos años, sino ahora. Tengo tanto miedo que no puedo ni moverme, ni habla, ni respirar.