- Pero díselo.
- ¿El qué?
- Que la quieres.
- Ni hablar, su avión sale esta noche.
- Sam, no tienes nada que perder, y te arrepentirás si no lo haces. Yo nunca se lo dije lo suficiente a tu madre. Tendría que habérselo dicho cada día, porque era perfecta cada día. Las películas no se acaban hasta que sale la palabra fin.