- No quiero pensión alimenticia, puedes quedarte con todo. Sólo quiero ser libre
- ¿No deberíamos discutirlo?
- Lo hemos discutido ya cincuenta veces, Es inútil.
- ¿Por qué?
- No lo sé, no soporto el matrimonio. No te encuentro nada divertido, no me siento atraída hacia ti, no me interesas físicamente. ¡Ah! Por lo que más quieras, Alan,... (continúa)