Lo que me parece es que antes nos mirábamos a los ojos y nos sentíamos las mismas personas, aunque debo reconocer que últimamente pensaba que te podía cambiar algunas cosas, pero bueno no hay nada más infantil. Y no sé qué pasó ni cómo, pero gracias a Dios o a lo que mierda fuera, la angustia se transformó en dolor, y con mucho esfuerzo más,... (continúa)