- No temo ni al dolor ni a la muerte.
- ¿A que teme entonces mi señora?
- A una jaula, a empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepten, toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.
- Sois hija de reyes, escudera de Rohan no creo que ese sea vuestro destino.