Hay una niña africana que se llama Tashi que juega con Olivia después de las clases. ¿Por qué no puede venir Tashi a la escuela?, me preguntó un día; cuando le expliqué que los olinka piensan que no se debe educar a las niñas me dijo rápida como un rayo: son como los blancos de nuestro país que no quieren que los negros aprendan.