- Nuestro matrimonio tenía problemas desde hacía mucho tiempo. ¿Ves como no ves lo que no quieres ver?
- ¿Qué problemas teníamos?
- No nos comunicábamos.
- Teníamos sexo.
- Sí... teníamos sexo pero nunca hablábamos.
- ¡El sexo es mejor que hablar! Pregúntale a cualquiera de este bar. ¡Hablar es el precio que hay que pagar para llegar... (continúa)