- ¿Cuándo vendrás a mi casa para que cocine para ti?
- Pronto.
- Tía, eso es un problema.
- ¿Qué problema? Soy la mejor cocinera de la familia, díselo.
- Se lo he dicho, ¿verdad?
- Dos veces.
- Es que... tía, Ian es vegetariano: no come carne.
- ¿Que no come carne? ¡¿Cómo que no come carne?!... Da igual, da igual: haré cordero.