Cuando el niño era niño, era tiempo de preguntas como: ¿por qué yo soy yo y por qué no tú? ¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? ¿Cuándo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? ¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? ¿Acaso lo que veo, oigo y huelo no es sólo apariencia de un mundo ante el mundo? ¿El mal existe de veras y acaso... (continúa)