Hice todo lo que debía hacer. No lloré en las reuniones, no llevé faldas cortas. Aguanté cosas raras, a altos directivos besandome en la boca en navidad. ¿Es justo que por ser la vicepresidenta más joven de mi empresa seré la madre más mayor de la guardería? Pues no pero, es lo que hay. Yo lo elegí.