- Habéis evitado la prueba.
- No, mi madre está enferma.
- ¡Bah! No es excusa para la negligencia. Mirad, esta es una mandrágora. Una planta que soñaba con ser humano. Colocadla debajo de la cama de vuestra madre... en un cuenco con leche fresca. Cada mañana, dadle de beber dos gotas de sangre. Ahora llevad a cabo la prueba. La luna llena ya... (continúa)