- ¿Y tú cuanto cobras en este antro?
- ¿Y a tí que te importa, baboso?
- No, es por saber cuanto me puedes dar para que no le cuente a tu marido lo puta que eres.
- Toma. (le da dinero)
- Mira, follar no, que me canso; pero una limpieza de sable si harás ¿no? Si sabe a yogur. O me chivo. Venga, ¡en cuclillas!