- ¿Por qué estás tan sorprendido?
- ¿Cómo que nunca enseñaste tu trabajo a alguien?
- Nunca siento que esté terminado.
- ¿Por qué?
- Supongo que es porque soy una perfeccionista.
- ¿Sabes que eso es otra manera de decir "soy una gallina". Escucha, no tienes nada que temer. No eres una investigadora. Eres una escritora.
- ¿Qué fue eso?
-... (continúa)