En Nueva York aprendí que necesitaba amar a mis padres con todos sus defectos y destructiva humanidad. Y que en las familias no hay crímenes imperdonables. Pero el misterio de la vida es lo que me nutre ahora.
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Enviada por shana hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de la película El príncipe de las mareas.