En Estados Unidos una chica puede ser coronada princesa por su belleza y su estilo, pero a una princesa azteca se la escoge por su sangre para que luche por su pueblo, como ya hicieron su padre y su abuelo, contra aquellos que dicen que somos menos que ellos, que no somos iguales en belleza y bendiciones.
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Enviada por Paul hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de la película Diarios de la calle.