Frases de Cinderella Man. El hombre que no se dejó tumbar - Frases de películas, frases de cine

Frases de la película Cinderella Man. El hombre que no se dejó tumbar

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Durante la Gran Depresión, un hombre sencillo llamado J. Braddock, también conocido como Cinderella Man, se convirtió en una de las leyendas más increíbles en la historia del deporte. A principios de los años treinta, el ex boxeador profesional era pobre, y nunca tenía un poco de suerte: al igual que la mayoría de la población estadounidense, él también había tocado fondo. Su carrera parecía haber terminado, no era capaz de pagar las facturas, se vio obligado a solicitar subsidios del gobierno y lo único que le importaba, su familia, estaba en peligro. En su interior, sin embargo, Jim Braddock nunca perdió su determinación. Impulsado por el amor, por el honor y por una gran dosis de valor, regresó al ring: era su última oportunidad de ayudar a su familia. Nadie pensó que tenía una oportunidad, pero él comenzó a ganar combate tras combate, galvanizado por algo más profundo que la mera competencia. De repente, se convirtió en un mito, llevando sobre sus hombros el peso de los sueños y las esperanzas de los que no tenían ningún derecho en ese periodo. Él continuó a subir en el ranking, hasta que decidió hacer lo impensable: luchar por el título mundial de peso pesado contra el imparable Max Baer, conocido por haber matado a dos hombres en el ring.

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Frases de Cinderella Man. El hombre que no se dejó tumbar

- Adivina qué. Tengo otra pelea.
- ¿Contra quién?
- No lo sé, pero ganaré.