Para ti todo es un juego, ¿no? Pasas la vida de ciudad en ciudad yaciendo con vírgenes de los templos y esposas de mercaderes, y te crees un experto en el amor. ¿Qué pasa con el amor a tu padre? Has mancillado su honor subiéndola a este barco ¿Dónde está el amor a tu patria? ¿Dejarías que ardiera por esa mujer? No dejaré que desates una guerra...
(continúa)Eric Bana (Héctor)